El papa Francisco afirmó desde Bruselas que los abusos a menores “son la vergüenza y la humillación de la Iglesia” y agregó: “tenemos solo que pedir perdón“, durante su discurso a las autoridades durante su primer día de agenda oficial en Bélgica.
“Esta es la vergüenza que hoy todos nosotros tenemos, hay que afrontar y resolver el problema”, añadió en su discurso ante las autoridades del país en el Castillo de Laeken, donde también se reunió con los reyes de los belgas Felipe y Matilde.
“Mi pensamiento va los santos inocentes de los tiempos del rey Herodes, pero es ahora cuando es la misma Iglesia la que ha cometido este crimen y la Iglesia tiene que pedir perdón y resolver esta situación con humildad cristiana y hacer de todo para que no suceda más”, agregó, improvisando sobre su discurso escrito.