El estado de Sao Paulo, el más poblado y afectado por la covid-19 en Brasil, reabrió este domingo sus iglesias y comercios después de poco más un mes de restricciones, pese a que la pandemia se sigue acelerando en la región y todo el país.
Esta reapertura es el comienzo de una desescalada que continuará la semana próxima y que pretende apuntalar la actividad económica y social, interrumpida parcialmente desde el pasado 6 de marzo en un estado que es el corazón industrial de Brasil y representa el 30 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.
Según el plan de reapertura previsto por las autoridades, que está sujeto a evaluaciones permanentes de la situación, todavía se mantendrá un toque de queda nocturno entre las 20:00 y las 05:00 horas y los restaurantes, las peluquerías y los gimnasios seguirán cerrados al menos hasta el próximo 24 de abril.
La decisión de relajar las restricciones fue adoptada a pesar de que la pandemia no cede y todo Brasil atraviesa su peor fase desde que se detectó el primer caso en el país, el 26 de febrero del año pasado y precisamente en la ciudad de Sao Paulo, capital del estado homónimo.
Las estadísticas oficiales dicen que Brasil, el país más golpeado en el mundo junto con Estados Unidos, México y la India, ya acumula casi 372 mil muertes y unos 14 millones de contagios de covid-19.