Las fuerzas rusas atacaron este martes objetivos en la región oriental de Donetsk en Ucrania con el fin de allanar el camino para un esperado avance que añadiría más territorios, en una invasión de cinco meses que parece ingresar a una nueva fase.
Los ataques, informados por el gobernador local de la región y el ejército ruso, siguieron a la captura de la ciudad de Lysychansk el domingo, una posición que le otorgó a Rusia el control total de la región de Lugansk, uno de sus principales objetivos de guerra.
Tomar el control total de Donetsk, la otra región del Donbás, la parte oriental industrializada de Ucrania que se ha convertido en el escenario de la mayor batalla en Europa en generaciones, es otro objetivo de lo que Moscú llama su «operación militar especial».
Las fuerzas ucranianas se retiraron de Lysychansk el fin de semana y tomaron nuevas líneas defensivas en Donetsk el martes, según Serhiy Gaidai, gobernador ucraniano de Lugansk.
En un anticipo de lo que probablemente sucederá, Pavlo Kyrylenko, el gobernador de la vecina Donetsk, dijo en la televisión que su región había sido atacada durante toda la noche y la mañana.
«Sloviansk y Kramatorsk fueron bombardeadas. Ahora también son la principal línea de ataque para el enemigo desde la dirección de Limán (…) no hay lugar seguro sin bombardeos en la región de Donetsk», expresó.
