La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) denunció este jueves que el municipio de Piedras Negras, Coahuila, tenía retenidos a migrantes y a adolescentes mexicanos en condiciones inhumanas, sin comida y encerrados entre residuos fecales y ratas.
Aunque las policías locales no tienen competencia para el control de la inmigración, la CNDH detectó que la semana pasada había 13 personas extranjeras “detenidas y alojadas de forma indigna” en unas instalaciones locales de esta ciudad vecina de Eagle Pass, Texas, donde también había 30 mexicanos, parte de ellos adolescentes.
Otros migrantes les manifestaron haber pasado también por celdas municipales.
Según explicó esta institución en un comunicado, los detenidos se encontraban “en condiciones insalubres, presentaban ausencia total de aseo en las celdas, con basura, polvo, sanitarios tapados y con presencia de residuos fecales y orina”. Además, “no existía ventilación natural ni clima artificial, por lo que la temperatura se percibía altamente calurosa” y había “fauna nociva como cucarachas y ratas” y un “olor fétido” en la mayoría de las celdas.
Los mexicanos detenidos dijeron que no les dieron comida ni les permitieron comunicarse con sus familiares y algunos de los menores tenían erupciones en la piel.
Organizaciones civiles presentes en Piedras Negras denunciaron hace unos meses que la policía local estaba deteniendo a migrantes que llegaban a la ciudad. También se quejaban de que las normativas municipales impuestas por la pandemia les estaban complicando poder ofrecerles la necesaria atención humanitaria a esas personas.
Según la Comisión, que pidió tanto al ayuntamiento de Piedras Negras como al Instituto Nacional de Migración (INM) que tomara medidas para proteger los derechos de todas esas personas, los extranjeros detectados por la CNDH fueron llevados después a las instalaciones del INM en la ciudad.
Cuando sus funcionarios visitaron el centro de detención migratoria, oficialmente con capacidad para 30 personas, constataron que albergaba a 73, por lo que sus condiciones eran de hacinamiento.
Parte de esos migrantes también dijeron a los representantes de la CNDH que habían sido detenidos “en diversas ocasiones por personal de la policía municipal de Piedras Negras, debido a su condición de migrantes”.
Ante tales hechos, la Comisión Nacional solicitó al INM que busque alternativas para albergar a los migrantes en condiciones dignas y pidió al ayuntamiento de Piedras Negras que su policía se abstenga de hacer controles migratorios que no son de su competencia, que ponga a los menores detenidos a disposición de las entidades encargadas de su cuidado y que tenga las celdas municipales estén en condiciones para una detención digna.
Piedras Negras es un cruce habitual de migrantes hacia Estados Unidos, bien de quienes lo hacen ilegalmente o de los que van a pedir asilo. En los últimos meses también ha sido uno de los muchos puntos por donde las autoridades estadounidenses han estado devolviendo de forma inmediata a personas que cruzaban de forma irregular como parte de una medida puesta en marcha desde el inicio la pandemia de COVID-19.
Isabel Turcios, una religiosa que trabaja en la Casa del Migrante de la ciudad, dijo a la AP que hace unos meses muchos migrantes les contaban haber sido detenidos por la policía local aunque ahora sienten que no pasa tanto. Sin embargo, afirmó que cada vez hay más migrantes en las calles porque el ayuntamiento todavía no permite abrir el albergue.
“Estamos atendiéndoles con platos de comida y si antes dábamos 50, ahora son cien al día pero seguimos cerrados, solo dejamos pasar a los migrantes que vienen heridos al menos para que se bañen”, explicó.