Era la madrugada del 20 de enero de 2013, cuando a D.P.V.C. abordó un taxi colectivo de la línea 21 de La Serena en Chile.
La joven estaba de vacaciones y había salido a bailar con unas amigas, las mismas que la fueron a dejar al paradero. Los deseos era que volviera a casa sana y salva, pero eso no pasó.
Mientras iba de copiloto, el chofer se salió del recorrido, se dirigió a un sitio con pastizalesy la amenazó con algo que parecía ser un arma de fuego. Debía entregar su teléfono y dinero.
Una vez más la intimidó. Le apuntó a la cabeza con aquello que podía ser una pistola y -pese a la resistencia de la víctima- la violó.
Forcejearon y la víctima pudo escapar y presentar la denuncia correspondiente.