En la primera fila del auditorio de la Cantera estaban los padres y la hermana de Efraín Juárez. Sus máximos ídolos y responsables de que viniera a México a dirigir a los Pumas.
Con la voz cortada y un brillo en los ojos que contenían las lágrimas, el nuevo técnico de los universitarios confesó que gran parte de su decisión fue gracias a ellos, debido a que su intención era seguir fuera, en Sudamérica o Europa.
«Cuando hablo con mis padres de que había la oportunidad de venir a Pumas, parte de la decisión de que esté aquí es por ellos, de que su hijo regresara al club. Es un sueño regresar a casa y que mis padres, que batallaron tanto por mí, mis hermanos, mi mujer que está a 12 mil kilómetros con mis hijos, ellos me impulsaron a tomar esta decisión”, señaló Efraín Juárez quien fue presentado ayer por la tarde.