Con los 21 nuevos cardenales que serán creados este sábado, Francisco deja su huella en el cónclave que elegirá al nuevo papa: el 80 por ciento de los 140 purpurados que podrán entrar en la Capilla Sixtina han sido elevados en este pontificado y representan una Iglesia mucho más internacional, con atención a países lejanos y mayor presencia latinoamericana.
El papa Francisco consolidó con estos nuevos 21 purpurados la internacionalización del grupo que elegirá a su sucesor, con una menor presencia de europeos y mayor representación de Asia y Latinoamérica, pero sobre todo de países que nunca habían estado en un cónclave como Mongolia, Irán, Argelia.
Con este consistorio, el décimo de su pontificado, el colegio cardenalicio estará compuesto por 254 purpurados, 140 de ellos menores de 80 años y por tanto electores, con lo que se establece un nuevo récord: si inmediatamente después el pontífice dimitiera o muriera, el cónclave sería el más concurrido de la historia.
De los 21 que mañana recibirán el birrete y el anillo cardenalicio en la basílica de San Pedro, 20 serían electores en un eventual cónclave, algunos incluso muy jóvenes como Mykola Bychok, de 44 años, nacido en Ternopil, en Ucrania y obispo de referencia de los greco-católicos en Australia, mientras que a sus 99 años, el nuncio italiano Angelo Acerbi será la excepción.
