Japón extendió este jueves un estado de emergencia en Tokio y casi 20 áreas más hasta fines de septiembre, ya que los sistemas de atención de la salud continúan bajo intensa presión a pesar de que los contagios de coronavirus han disminuido ligeramente.
El primer ministro Yoshihide Suga señaló que el número de casos graves sigue siendo elevado, lo que mantiene la presión sobre muchos hospitales.
La emergencia actual, que iba a concluir el domingo, fue emitida en Okinawa en mayo y ampliada gradualmente. A pesar de la prolongada emergencia, las medidas se han tornado menos efectivas, pues el público está exhausto y las está ignorando.
La extensión programada abarca un período en el que el Gobierno de Japón se encuentra en transición. Suga no se postulará en la contienda el 29 de septiembre por el liderazgo de su partido, y probablemente su sucesor será el próximo primer ministro.