El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llega a su sexto y último informe de gobierno con una aceptación superior al 60 por ciento de la ciudadanía, pero en medio de una múltiple confrontación generada por el llamado plan C, que contempla entre otras medidas elegir por el voto popular en un tiempo récord a jueces, magistrados y ministros, así como incorporar a la guardia nacional al mando militar y desaparecer a los organismos autónomos como el Inai.
Los distintos frentes de batalla abiertos por el gobierno de López Obrador a unas semanas de concluir su mandato son con los integrantes del poder judicial federal, calificadoras, adversarios políticos, medios de comunicación y de manera preponderante con el gobierno de los Estados Unidos, principal socio comercial de nuestro país, el cual, vía el departamento de estado y su embajador Ken Salazar, manifestaron claramente su desacuerdo con la propuesta de llevar a las urnas la elección de los impartidores de justicia al advertir que “se pone en riesgo la democracia mexicana”.
La posición estadunidense desató la inconformidad del mandatario mexicano a grado tal que hace unos días declaró “en pausa” la relación con el diplomático Ken Salazar, con quien siempre había mantenido una buena relación; sin embargo, la camaradería entre ambos políticos se vio mermada desde el pasado 25 de julio de este año cuando fue presuntamente secuestrado en nuestro país el narcotraficante Ismael Zambada García para llevarlo a suelo estadunidense a manos de Joaquín Guzmán López, líder del Cártel de Sinaloa.
El acontecimiento tensó las relaciones bilaterales pues con el paso de los días se reveló que desde hacía tiempo Guzmán López mantenía pláticas con autoridades de Estados Unidos para pactar su entrega, sólo que dichas conversaciones nunca fueron hechas del conocimiento del gobierno de López Obrador, a pesar de que siempre presumió que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo que la relación entre ambas naciones tenía que darse “en un pie de igualdad”.
En medio de los frentes de batalla abiertos por López Obrador en las últimas semanas, el jefe del Ejecutivo federal dirigirá un mensaje a la nación desde el Zócalo de la Ciudad de México este domingo, con motivo de su último informe de Gobierno y en el que tendrá como invitada de honor a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, quien durante toda su campaña sostuvo el respaldo al plan C.