Mientras la anunciada ofensiva ucrania sigue pendiente no sólo de la evolución de las condiciones climáticas, sino también de la enésima porción de armamento que puedan proporcionarle Estados Unidos y sus aliados en la nueva reunión que van a mantener el viernes de esta semana en la base militar de Rammstein, Alemania, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodymir Zelensky, visitaron a sus tropas en tres zonas diferentes del frente de guerra.
A primera hora de ayer, el Krem-lin difundió un video que muestra a Putin descendiendo de un helicóptero militar Mi-8. El comunicado que acompaña las imágenes dice que el mandatario visitó el cuartel general del grupo de ejércitos Dnieper, en la localidad de Guenichesk, región de Jersón, donde al bajar de un vehículo blindado con placa moscovita lo recibió el general Oleg Makarevich, comandante en ese sector del frente.
Putin escuchó ahí un reporte de la situación por parte del general Mijail Teplinsky, comandante de las tropas de desembarco aéreo, que mereció los elogios del presidente: “sé que por encargo del jefe del Estado Mayor (Valeri Guerasimov) y del ministro de Defensa (Serguei Shoigu), él (Teplinsky) estuvo mucho tiempo en la línea del frente y presentó un informe muy completo que calificaron de muy valioso el ministerio de Defensa y el Estado Mayor (aquí invirtió el orden)”.
Después se ve al titular del Kremlin entregando la copia de un icono –cuyo original regaló el zar Alejandro III a su ministro de Defensa, Piotr Vannovsky–, en el cuartel general Este, que corresponde a la guardia nacional en la región de Lugansk, tras escuchar el reporte presentando por el general Aleksandr Lapin.
El vocero de Putin, Dimitri Peskov, asegura que estas visitas se llevaron a cabo el lunes anterior, pero el sector ruso de las redes sociales se llenó de comentarios que señalaron aspectos que no cuadran.