La abogada Mónica Huerta Muñoz, de la agrupación Cariño Animal, informó que Querétaro tendrá el primer juicio de maltrato animal por el caso Athos y Tango, los dos perros de rescate que fueron envenenados en junio del 2021.
Athos y Tango eran perros rescatistas y de asistencia que pertenecían a la Cruz Roja de Querétaro.
Athos estaba certificado internacionalmente ante la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate (IRO), era especialista acreditado USAR de la Cruz Roja y participó en las labores de búsqueda de personas sepultadas tras el terremoto del 2017 en Ciudad de México.
Por su parte, Tango era parte del equipo de caninos rescatistas del estado de Querétaro.
El 15 de junio del 2021, un hombre los envenenó con salchichas que lanzó hacia la casa de los perros rescatistas.
El 18 de junio del año pasado, la Fiscalía del Estado realizó un cateo dentro del domicilio del hombre a quien se identificó como el probable responsable de la muerte de los perros rescatistas, logrando recabar algunos indicios.
La abogada titular del caso Athos y Tango -quien también defiende a Magdaleno, el perrito que logró salvar la vida tras ser macheteado-, informó
que el 16 de mayo se llevará a cabo una audiencia intermedia y posteriormente se solicitará un auto de apertura de juicio oral, el cual está previsto para el mes de junio o julio dependiendo de los movimientos procesales que se realicen.
“Ahorita estamos en etapa intermedia y nos estamos preparando para el primer juicio en temas animales en el estado. Nos vamos a juicio”, dijo la abogada.
El imputado había sido arrestado por 20 días después de haber sido señalado como presunto responsable de la muerte de Athos y Tango; sin embargo, la juez dictaminó que se pusiera en libertad bajo el argumento de que el hombre había sido amenazado en redes sociales.
“El señor se sustrajo de la justicia 20 días se fue de su casa al día siguiente y tuvo que ser conducido a través de una orden de aprehensión, pero su argumento ante la juez fue que tenía temor, porque en las redes lo estaban atacando y por eso se fue. Eso fue suficiente para que lo dejaran en libertad”, apuntó Mónica Huerta.
Agregó que el Código Penal establece una pena por este delito con la agravante de métodos crueles es de 4.5 a 7.5 años por cada uno de los perritos. Además se considera una sanción por las lesiones que infligió a Balam otro can de rescate. Por lo que, de ser declarado culpable, el imputado podría recibir una condena de 10 a 15 años de prisión.