El líder militar de Sudán despidió al menos a seis embajadores, incluidos los enviados a Estados Unidos, la Unión Europea y Francia, después de que condenaran el golpe de Estado en el país, según informó este jueves un miembro del Ejército.
Los diplomáticos habían expresado su lealtad al gobierno depuesto del primer ministro Abdalla Hamdok.
El general Abdel-Fattah Buran despidió también el miércoles por la noche a los embajadores sudaneses ante Qatar, China y la delegación de Naciones Unidas en Ginebra, según el oficial, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
Los embajadores fueron despedidos dos días después de que Burhan disolviera el gobierno de transición y detuviera al primer ministro, a miembros del gobierno y líderes políticos, en un golpe de Estado condenado por Estados Unidos y otros países occidentales. El Ejército permitió que Hamdok regresara a su casa el martes tras la presión internacional para que fuera liberado.
Burhan dijo que las fuerzas militares se habían visto obligadas a tomar el mando debido a las disputas entre partidos políticos, que según afirmó podrían llevar a una guerra civil. Sin embargo, el golpe también se produjo unas semanas antes de la fecha en la que Burhan debía ceder a un civil el mando del Consejo Soberano, el máximo órgano de decisión en Sudán. Ese traspaso habría reducido el control del Ejército sobre el país. El consejo está formado por civiles y militares, mientras que el gobierno de Hamdok gestionaba los asuntos cotidianos.
El golpe amenazaba con congelar la accidentada transición de Sudán a la democracia, que comenzó tras la caída en 2019 del veterano autócrata Omar al-Bashir y su gobierno islamista en un alzamiento popular.