Los funcionarios de salud de Estados Unidos intensificaron los llamados para que las mujeres embarazadas se vacunen contra el COVID-19, al tiempo que nueva evidencia mostró que no existe un riesgo mayor de aborto espontáneo debido a las vacunas.
Las mujeres que recibieron vacunas contra el COVID de ARN mensajero antes de las 20 semanas de embarazo no tienen mayor riesgo de aborto espontáneo u otros problemas de seguridad, según el análisis de un registro de una agencia. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) actualizó su mensaje para recomendar las vacunas para mujeres embarazadas; anteriormente había dicho que eran elegibles.
Los nuevos datos son particularmente importantes porque las mujeres embarazadas que se contagian tienen un mayor riesgo que la población general de enfrentar consecuencias graves del COVID-19, como la hospitalización. Sin embargo, las mujeres embarazadas se han mantenido en gran medida fuera de los ensayos clínicos de las vacunas debido a preocupaciones de seguridad durante las pruebas iniciales de los productos.