Un día después que el Departamento de Seguridad Interna hizo un llamado a cubanos y haitianos “a no venir a Estados Unidos”, la Casa Blanca aclaró que aún aquellos ciudadanos de esos dos países que puedan probar un miedo creíble de tortura o persecución si son repatriados, serán enviados a terceros países, pero entrarán a la Unión Americana.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, salió así al paso a declaraciones de legisladores republicanos del sur de la Florida quienes advirtieron que, dada la situación en la isla, el gobierno cubano podría promover un éxodo como el de puerto Mariel en 1980, cuando 125 mil cubanos llegaron a las costas de Estados Unidos.
“Los cubanos y haitianos que se encuentran en Estados Unidos con temor a regresar a los países de origen pueden ser elegibles a protección del gobierno federal de los Estados Unidos, incluida una posibilidad de asilo”, explicó la vocera presidencial. Los haitianos son también elegibles para recibir beneficios bajo el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), renovado por el presidente Biden en mayo pasado.
La Casa Blanca aclaró en ese sentido cuál será el procedimiento: los cubanos o haitianos que sean interceptados en alta mar y que expresen miedo de ser repatriados, serán remitidos ante agentes del Departamento de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS, por sus siglas en inglés) para una revisión.