Los Golden State Warriors machacaron el domingo 107-88 a los Boston Celtics para igualar 1-1 las Finales de la NBA, encendidos por una exhibición de Stephen Curry con 29 puntos en solo tres cuartos.
Los Warriors, que el jueves dejaron escapar el primer triunfo con una debacle en el último cuarto, se encargaron de evitar sorpresas esta vez con una segunda mitad de ensueño ante su público en el Chase Center, en San Francisco.
«Salimos con la energía y enfoque correctos», subrayó Curry. «Dijimos que debíamos jugar con desesperación y eso es lo que hicimos. Se siente bien estar de vuelta y ahora necesitamos una victoria fuera».
Con 28 puntos y 6 triples, el alero Jayson Tatum fue una de las pocas notas positivas de los Celtics, que volvieron a fallar en la protección del balón con hasta 18 pérdidas.