Protagonistas de un gran salto en las regionales del domingo en Castilla y León, el partido de extrema derecha Vox exige entrar en el gobierno regional, un hecho inédito que podría alterar el tablero político en España, a menos de dos años de las elecciones generales.
«Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno», sentenció la noche del domingo el líder nacional de la formación ultranacionalista, Santiago Abascal, tras un resultado que le permite a la formación aspirar a la vicepresidencia de la región rural, aledaña a Madrid.
Los electores «han hablado y nosotros exigimos respeto al veredicto del pueblo soberano», prosiguió Abascal, con una sonrisa en el rostro.
El Partido Popular (PP, conservadores) ganó los comicios anticipados, con 31.4% de los votos, pero fracasó en su intento de obtener una mayoría suficiente para gobernar en solitario.