La lucha que sostienen los grupos delictivos en las regiones de la Tierra Caliente y la Sierra-Costa de Michoacán ha obligado a cerrar al menos 13 escuelas.
La violencia y la inseguridad se vive de manera recurrente en esos puntos de la geografía estatal, por lo que se han suspendido las clases presenciales.
Los municipios en donde las aulas están cerradas son Aguililla, Chinicuila, Coalcomán, Buenavista y Aquila.
Pese a que la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) no ha revelado el número de alumnos que no han podido ingresar a las escuelas por temor a la violencia, se estima que pudiera llegar a mil estudiantes.
Ante diputados locales, la secretaria de Educación, Yarabí Ávila González, reconoció que la violencia ha impactado negativamente también en el ámbito educativo.
Durante su comparecencia, aceptó que algunos niños han tenido que salir de sus comunidades por miedo a quedar atrapados en la violencia, por ello, aseguró que se procura brindar educación a distancia.
El cierre de las escuelas, hasta ahora, es por tiempo indefinido porque también los maestros se niegan a trabajar en condiciones de inseguridad.
Mientras tanto, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció que las condiciones de inseguridad y de violencia propiciaron el éxodo de 3 mil michoacanos.
Por último, Ramírez Bedolla admitió que el retorno de la paz a Michoacán le ocupará todo su sexenio.