El Gobierno de Trump ha ordenado a dos agencias de inteligencia de Estados Unidos que entrenen sus capacidades de vigilancia por satélite en la región fronteriza con México como parte de una amplia ofensiva contra la inmigración irregular y los cárteles de la droga.
La Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA, por sus siglas en inglés) y la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), que forman parte del Departamento de Defensa, supervisan los satélites espía y analizan las imágenes para el Pentágono y otras organizaciones de inteligencia.
Su participación responde a las amplias medidas ejecutivas de Trump destinadas a detener el tráfico y los cruces fronterizos no autorizados, así como a deportar a quienes se encuentran irregularmente en Estados Unidos, que se calcula que son hasta 14 millones de personas.
La Casa Blanca y el Departamento de Defensa no respondieron a una solicitud de comentarios. Trump hizo de la aplicación de las leyes de inmigración una parte central de su campaña que lo catapultó a la presidencia el 20 de enero.
Si bien el Gobierno estadounidense ha desplegado inteligencia artificial (IA) y vigilancia con drones en la frontera durante años, la última iniciativa busca expandir el uso de capacidades militares generalmente construidas para conflictos en el extranjero.