El policía blanco Derek Chauvin ya ha sido condenado a 22 años de prisión por asfixiar al afroestadounidense George Floyd. Ahora es el turno de tres de sus compañeros, que serán juzgados por sus acciones, o más bien por su falta de acción, el día del asesinato.
La justicia federal comienza este jueves la selección de los doce jurados que deberán decidir sobre la culpabilidad de Tou Thao, Alexander Kueng y Thomas Lane, acusados de haber violado las leyes estadounidenses sobre los «derechos civiles» de Floyd.
En concreto, se les acusa de no haberle brindado ayuda mientras moría bajo la rodilla de su colega Chauvin el 25 de mayo de 2020 en Mineápolis, en el norte de Estados Unidos.
Ese día, los cuatro policías participaron en la operación de detención del afroestadounidense de 46 años, sospechoso de haber comprado un paquete de cigarrillos con un billete falso de 20 dólares.
Para controlar a este hombre de estatura imponente, lo derribaron al suelo, lo esposaron y cada uno tomó su posición.
Chauvin, un hombre blanco con 19 años de experiencia policial, se arrodilló sobre su cuello; Alexander Kueng, un agente negro novato, se colocó en su espalda; Thomas Lane, blanco de 30 años y recién contratado, le sujetó las piernas; y Tou Thao, estadounidense de origen asiático con ocho años en la fuerza policial, mantuvo a distancia a los transeúntes, horrorizados por las súplicas y los gemidos de Floyd.
Permanecieron así durante casi diez minutos. La escena, filmada y divulgada en línea, provocó enormes protestas contra el racismo y la brutalidad policial en todo Estados Unidos y fuera de él, y continúa alimentando la reflexión sobre el pasado racista de ese país.