El alto al fuego entre Israel y Hamas se mantuvo el domingo por tercer día, y la policía israelí admitió a visitantes judíos en un disputado lugar sagrado de Jerusalén, donde choques previos con manifestantes palestinos contribuyeron a desencadenar los combates transfronterizos en Gaza.
La policía no informó de incidentes inusuales en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, uno de los lugares más sagrados del Islam, mientras imágenes en las redes sociales mostraban a unas pocas docenas de judíos con vestimenta religiosa paseando por el lugar bajo vigilancia.
Un portavoz de la policía describió la situación como una visita regular programada tras una pausa que comenzó el 3 de mayo para el mes sagrado musulmán del Ramadán.