El alemán Markus Gisdol dejó su cargo como entrenador del Lokomotiv de Moscú, apenas cuatro meses y medio después de recalar en el equipo, asegurando que «no» puede ejercer su profesión «en un país cuyo líder es responsable de un ataque en el centro de Europa».
Ser entrenador de futbol es el trabajo más bonito del mundo para mí, pero no puedo ejercer mi profesión en un país cuyo líder es responsable de un ataque en el centro de Europa«, explicó el técnico de 52 años al diario alemán Bild.
«Eso no concuerda con mis valores. No puedo estar en Moscú en el campo de entrenamiento donde los jugadores entrenan y exigen profesionalidad cuando a unos kilómetros de distancia se dan órdenes que traen miseria a todo un pueblo. Esa es mi decisión personal y estoy absolutamente convencido de ello», manifestó.