Kunduz, gran ciudad del norte de Afganistán, y Sar-e-Pul, en el noroeste, cayeron este domingo por la mañana en poder de los talibanes, convirtiéndose en la tercera y cuarta capitales provinciales tomadas por los insurgentes en tres días.
Se trata del más importante avance de la ofensiva militar de los talibanes lanzada en mayo pasado, cuando las fuerzas extranjeras presentes en Afganistán empezaron a retirarse del país.
En Sar-e-Pul, «los talibanes rodearon un batallón del ejército en las afueras de la ciudad» y «todas los demás partes de ésta están bajo control talibán», declaró Mohamad Hussein Mujahidzada, miembro del consejo de la provincia del mismo nombre.
En los últimos tres meses, aprovechando la retirada de las tropas extranjeras, los talibanes controlaron enormes zonas rurales, y centran ahora su ofensiva en las grandes ciudades.
Los insurgentes ya se apoderaron el sábado de la ciudad de Sibargan (noroeste), capital de la provincia de Jawzjan, un día después de hacerse con el control de Zaranj (sudoeste), capital de la provincia de Nimroz, cerca de la frontera con Irán.