Los surcoreanos esperaban este miércoles el resultado de las presidenciales, en las que los sondeos a pie de urna apuntaban a un empate entre el candidato de izquierda, Lee Jae-Myung, y el de la oposición de derecha, Yoon Suk-yeol, tras una campaña muy polarizada.
La participación fue del 77,1% tras una campaña marcada por las meteduras de pata, los escándalos, los ataques verbales y el escaso debate entre dos favoritos igualmente impopulares.
Los medios surcoreanos hablaron de una «elección entre perdedores».
Según un sondeo a pie de urna de las tres principales cadenas de televisión de Corea del Sur, Yoon obtuvo el 48.4% de los votos y Lee el 47.8%, una diferencia demasiado pequeña como para declarar un ganador.
Los otros diez candidatos quedaron muy atrás.
La publicación del sondeo fue recibida con vítores por los seguidores de Lee en el Parlamento de Seúl, donde partidarios de ambos candidatos se reunieron para ver el recuento de votos. Los partidarios de Yoon guardaron silencio.