En China, en hospitales desbordados por la peor ola de covid-19 de la historia del país, los médicos contagiados trabajan sin descanso para curar a los ancianos.
Tres años después de la aparición de los primeros casos de coronavirus en Wuhan (centro), el país enfrenta un incremento repentino de pacientes desde que, a principios de diciembre, se levantaron la mayoría de las restricciones sanitarias.
Las autoridades han llegado a admitir que ahora es «imposible» determinar el alcance de la epidemia, ya que los test de detección han dejado de ser obligatorios y los datos son parciales.