Gracias al trabajo de mediación comunitaria del nuevo modelo de Justicia Cívica, que fue implementado en la ciudad desde hace poco más de un año, 300 conflictos han sido resueltos de enero a la fecha, lo que demuestra el efectivo funcionamiento del sistema, evitando así que quienes los cometen vayan a pasar de las faltas a los delitos.
Con Justicia Cívica se busca prevenir el escalamiento de la violencia y disminuir la reincidencia en faltas administrativas al solucionar de manera ágil, transparente y eficiente los conflictos comunitarios. Con esto se logra también mejorar la convivencia ciudadana y la percepción del orden público al tiempo de promover la cultura de la legalidad.
Al respecto, Ricardo Márquez Ramírez, subdirector de Justicia Cívica del Municipio de Chihuahua, indicó que a diferencia del método que se seguía anteriormente con el antiguo Bando de Policía y Gobierno, la figura del mediador comunitario tiene mejores resultados al involucrar a los protagonistas a solucionar sus propios problemas antes de que se haga necesario llegar hasta el Ministerio Público o a las instancias judiciales.
“Una vez que se presenta un conflicto entre particulares y que existe una solicitud de intervención de la autoridad municipal, Justicia Cívica inicia el procedimiento de citación de ambas partes, para, a través de los expertos en mediación social con los que contamos, tratar de llegar a acuerdos que beneficien a ambos, por medio de un convenio firmado, en el cual se comprometen a dar cumplimiento a lo pactado”, agregó el funcionario.
Además, en cada uno de los casos se brinda el seguimiento necesario para cerciorarse que las partes en controversia cumplan con lo establecido hasta dar por terminado el problema.
A manera de ejemplo informó que gracias a la intervención de Justicia Cívica, se dialogó con los vecinos de las calles Ramírez y Privada de 20 de Noviembre, en la colonia Pacífico para limpiar un arroyo cercano y borrar pintas en muros para que con apoyo de dependencias municipales se pueda construir un parque y convivir en armonía.
Ya antes, el equipo de mediadores logró recuperar un inmueble ubicado al norte de la ciudad y que se encontraba en conflicto entre miembros de una comunidad indígena.