El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, aseguró este martes que no habrá «ninguna piedad» para los asesinos de la hija de un ideólogo ultranacionalista pro-Kremlin que murió en un atentado y cuyos funerales reunieron a cientos de personas en Moscú.
Fue un crimen bárbaro para el que no puede haber perdón (…) No puede haber piedad para los organizadores, los patrocinadores y los ejecutores», dijo Lavrov en una conferencia de prensa.
Los servicios de seguridad rusos acusan al servicio secreto ucraniano de estar detrás del atentado, pero Ucrania niega cualquier implicación en la muerte de Daria Duguina.