La inseguridad en Colima alcanzó a los recintos religiosos. La madrugada de este miércoles 3 de diciembre, el Santuario San Juan Pablo II, ubicado al norte de la capital del estado, fue escenario de un robo en el que se sustrajeron objetos de oro y plata.
De acuerdo con los reportes preliminares y la confirmación de la Diócesis, los delincuentes ingresaron al inmueble sin que se reportaran cerraduras forzadas o daños estructurales en los accesos. El botín incluyó dos cálices de plata bañados en oro y un evangeliario con incrustaciones del mismo metal precioso.
Gerardo Díaz Vázquez, Obispo de Colima, detalló que el hurto se limitó a la sacristía, descartando actos de vandalismo o destrozos al interior del templo. Sin embargo, el jerarca católico aprovechó para señalar la situación de riesgo que atraviesa la ciudadanía en general.


