Bomberos y militares buscaban el martes sobrevivientes entre los escombros dejados por un fuerte sismo en el suroeste de China, que mató a al menos 66 personas y provocó numerosos daños en edificios e infraestructuras.
Por el momento se contabilizaron 66 muertos, según el recuento oficial, en la prefectura autónoma tibetana de Garze y el condado vecino de Shimian.
Además hay casi 250 heridos y 12 desaparecidos según los balances publicados por los medios estatales.
La televisión pública CCTV informó de más de 11 mil evacuados de las zonas expuestas ahora a deslaves o al derrumbe de edificios.
Igualmente resultaron dañadas al menos siete plantas hidroeléctricas, indicó el ministerio de Recursos Hídricos.
Todo el mundo está en tiendas de campaña instaladas por los socorristas y el ejército», explicó vía telefónica Chen Ling, que regenta un restaurante en el pueblo de Moxi, uno de los puntos más afectados.