Las intensas nevadas y las bajas temperaturas han puesto en evidencia las deficiencias en el Centro de Salud Rosario “Paula Aún de Aguirre”, conocido como “La Paulita”, un lugar que debería ser sinónimo de atención y confort, pero que ha dejado mucho que desear en términos de condiciones mínimas de bienestar para sus usuarios.
A pesar de los esfuerzos de los chihuahuenses por acudir al centro para recibir atención médica, la falta de un sistema adecuado de calefacción ha sido motivo de quejas constantes. Según los usuarios, los calentadores eléctricos que deberían ofrecer alivio en las frías instalaciones están mal distribuidos, muchos no funcionan y otros más han sido desconectados sin justificación alguna.
El clima gélido dentro del centro de salud es tal que se percibe incluso más frío que afuera, creando un ambiente incómodo y peligroso, especialmente para niños y personas de la tercera edad, quienes son los más vulnerables. Para ellos, lo que debería ser un refugio de salud se ha convertido en un espacio donde el bienestar se ve comprometido, y la atención médica queda opacada por las condiciones del entorno.
En voz de los pacientes, ha quedado claro que la situación es insostenible. La indignación se desborda ante la indiferencia de las autoridades encargadas del centro, quienes han ignorado las peticiones de mejora en el servicio y en las condiciones del lugar. Los usuarios acusaron que, por encima de la salud de las personas, parece primar el ahorro en el consumo eléctrico, lo cual refleja una gestión que no parece priorizar lo más urgente: la salud y el bienestar de la comunidad.
Ante este panorama, los pacientes hacen un llamado urgente a las autoridades locales y a quienes gestionan el Centro de Salud “La Paulita” para que se tomen medidas inmediatas. De no corregirse la situación, temen que la falta de acción continúe poniendo en riesgo la vida de los usuarios, quienes solo buscan recibir el tratamiento adecuado en un entorno seguro.
