Los escáneres de cuerpo completo tipo cápsula que comenzaron a ser utilizados desde 2009 en los filtros de revisión en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ya son inoperantes.
Ahora, los pasajeros tienen que ser revisados alzando brazos mientras un oficial pasa por el cuerpo un detector de metales manual. Si el aparato suena de forma inusual, los guardias añaden una supervisión física de la cintura y el calzado.