La protesta ocurrió una semana después de la reunión anual de accionistas de Amazon y un mes después que entró en vigor una política de regresar a los trabajadores a las oficinas tres días a la semana.
Los empleados corearon su decepción ante el ritmo que ha seguido la empresa para reducir sus emisiones de carbono — “las emisiones aumentan, es tiempo de actuar” — y urgió a Amazon a volver a concederles la autoridad a los líderes de equipos sobre regresar a las instalaciones.
Vistiendo un sombrero negro de pirata y un saco rojo, Church Hindley, ingeniero de calidad, comentó que trabajar desde casa le permitía vivir una vida mejor y más saludable.
“Estoy aquí porque me rehúso a estar pasivamente mientras las órdenes se dictan de arriba hacia abajo sin tener sentido y afectan al planeta, las familias y las vidas de las personas”, dijo Hindley. “Quieren que regresemos a la oficina debido a los incentivos fiscales”.