El actor surcoreano Lee Jung-jae no tenía agente estadounidense cuando «Squid Game» («El juego del calamar») le hizo alcanzar la fama mundial , en septiembre de 2021, pero menos de un año después dice estar abierto a oportunidades en todo el mundo y debuta como director en Cannes.
Su ópera prima, «Hunt», en la que también es guionista, protagonista y productor, es un thriller de espionaje ambientado en la década de los ochenta en Corea del Sur y sigue a dos agentes de inteligencia que buscan a un infiltrado en sus filas.
Un frustrado intento de asesinato del presidente surcoreano durante un viaje en Washington hace sospechar de la existencia de un «topo» y desata una trama llena de explosiones, persecuciones, desconfianza y efectos especiales.
«Como actor siempre he sido seguidor del cine de espías y tuve la oportunidad de comprar el guión original de esta película, que pensé que tenía mucho potencial», contó a Efe este domingo el intérprete en Cannes, donde su filme se ha proyectado fuera de competición en esta 75 edición del certamen, que concluye el 28 de mayo.
No se había planteado ser director, pero en esta ocasión, mientras reescribía el guión, reunió la valentía para pensar que también podía ponerse detrás de la cámara.
Lee (Seúl, 1972) admitió que ser a la vez actor, director, guionista y productor fue una experiencia agotadora: «Como tenía tantos roles distintos no tenía tiempo de descansar, debía preparar la siguiente escena».
Habla en surcoreano, acompañado de una intérprete y convencido de que el idioma no le va a suponer un problema a la hora de trabajar en el extranjero.
«En el pasado la gente a lo mejor podía decir que tu pronunciación era rara o que no eres lo suficientemente expresivo por esa barrera idiomática, pero ahora creo que no es tan importante el lenguaje como tu identidad, tu personalidad, tu carisma y talento, y puedes usar eso para expresarte».