Para los espectadores llegados del extranjero, los precios de los billetes individuales para la primera fase se escalonan entre 250 y 800 riales qataríes (entre 62 y 200 euros, entre 68.5 y 219 dólares) para un partido. Para la final, serán entre 2.200 y 5.850 riales (entre 550 y 1.460 euros, entre 603 y 1.604 dólares).
Las tarifas de los billetes reservados a los residentes de Qatar van de 40 a 750 riales (de 10 a 190 euros, de 11 a 205 dólares) la unidad.
De media, son un 30 por ciento más caros que los del Mundial precedente en Rusia en 2018.
DISTANCIAS CORTAS
Teniendo en cuenta las cortas distancias entre los ocho estadios situados en un radio de 50 kilómetros del centro de la capital Doha, «por primera vez, el público tendrá la posibilidad de pedir entradas para dos partidos que tengan lugar el mismo día, al inicio de la fase de grupos«, precisa también la FIFA.
La apertura de esta segunda fase de ventas sigue al sorteo de la primera fase de la competición la semana pasada.
Francia, campeón del mundo, heredó un grupo D abordable, con Túnez, Dinamarca y en equipo salido de una repesca.
Brasil (en el Grupo G con Serbia, Suiza y Camerún) y Portugal (en el H con Ghana, Uruguay y Corea del Sur) tuvieron menos suerte.
El partido más atractivo será el España-Alemania, en el Grupo E, el 27 de noviembre.
De las 32 naciones participantes, 29 se han clasificado y las tres últimas tendrán la ocasión de hacerlo en la repesca de junio.
En total, 804 mil186 billetes han sido atribuidos en la primera fase de venta entre el 19 de enero y el 8 de febrero, cuando hubo 17 millones de demandas.
En total hay un poco más de 3 millones disponibles (2 millones a la venta y 1 reservado a la FIFA y a sus patrocinadores).
