Por: Rafael Cano
Durante casi 18 años el hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador logró mantener su movimiento en base a las aportaciones, algunas legales otras escondidas por vergonzantes, pero al final de cuentas obtuvo el dinero suficiente para mantener una lucha que culminó el 2018 con su arribo a la titularidad del Poder Ejecutivo en México
López Obrador, se financió con las aportaciones ciudadanas desde que empezó la toma de pozos en su natal Tabasco; luego de la derrota electoral del 2006 y con un plantón convocado en pleno Paseo de la Reforma en el Centro de la Ciudad de México, convocó a los mexicanos a que lo apoyaran con dinero y para ello proporcionó una cuenta bancaria en Banorte.
En ese tiempo recibió aportaciones millonarias del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que se volvió su caja chica y de donde le surtieron los billetes para seguir en su lucha; no era cualquier cosa, se habla de una entrega mensual de 6 millones de pesos que se prolongó por varios meses.
Está también el dinero que recibió “el Señor de la Ligas”, René Bejarano de parte del empresario argentino Carlos Ahumada; una forma de financiar tan ilegal que llevó al colaborado de AMLO a la cárcel, aunque luego se encargó de reivindicarlo.
Que decir de los vídeos donde aparecen familiares del presidente López Obrador recibiendo sobres de dinero que les entregaron funcionarios del gobierno de Chiapas, contenían fuertes cantidades de dinero y el propio López Obrador ha dicho se trataba de una aportación “ciudadana” para apoyar al Movimiento.
Ahí está el caso de la empresa acerera “Alcelor Mittal”, la más grande del mundo; que deposito 260 millones de pesos a Napoleón Gómez Urrutia, aunque se presume fueron a parar a Morena; los propietarios de esa empresa fueron recibidos por el presidente en junio de 2019 y para el 2020 el SAT le condonó 178 millones de pesos que debía en impuestos.
Recordemos también el caso del partido español “Podemos”, que desvió 308 mil 254 euros para financiar a Morena; lo hicieron a través de un entramado financiero donde se involucraron proveedores de Morena y con ello ayudaron al triunfo electoral de la izquierda populista en México.
¿Cuánto dinero aportó Venezuela? ¿Cómo apoyo Evo Morales desde Bolivia? No existen montos determinados, pero dado el apoyo y deferencias que el gobierno de México tiene con personajes como Nicolás Maduro y Evo Morales, sin lugar a dudas que fue cuantioso.
Hay infinidad de casos, en cada estado, de personajes, empresas y consorcios que determinaron apoyar a López Obrador en su intención de lograr la presidencia de la República, muchas fueron con buena fe, convencidas de la necesidad de impulsar un cambio en el gobierno; otras aportaron pensando en obtener lucro cuando se consumara una victoria electoral.
Lo cierto es que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su movimiento vivieron de las aportaciones que recibieron de muchas partes y a manos llenas. El mismo AMLO lo ha aceptado cuando aparecieron los vídeos donde su hermano Pío López Obrador recibe sobres con millones de pesos: –“Era dinero para mantener nuestro movimiento”, declaró en una de sus conferencias mañaneras.
El Presidente de la República, sabe por experiencia propia que para el triunfo de un movimiento es necesario el dinero, se debe obtener de dónde sea y por cualquier forma, legal o ilegal, así lo hizo durante 18 años.
Para que un movimiento opositor en México tenga éxito en su cometido de quitarle el poder, es menester contar con recursos, muchos recursos económicos que permitan financiar candidaturas opositoras fuertes. El dinero que reciben los partidos políticos es mucho, pero resulta insuficiente cuando se compara con los recursos que tiene a su disposición quien detenta el poder.
Las arcas del Gobierno son más poderosas que las de cualquier partido. Por ello es necesario buscar dinero de donde sea.
La nueva miscelánea fiscal que recién se aprobó limita las aportaciones que pueden recibir las organizaciones de la sociedad civil, con eso se les dificulta recaudar dinero y por tanto también están limitadas para convertirse en “financiadoras” de grupos opositores.
No es solamente que el presidente se agandalle con la generosidad, también implica una jugada genial para establecer un cerco financiero a sus eventuales opositores.
