Se fueron al mismo tiempo, tomándose de la mano: Bert Keizer, médico neerlandés de 77 años, practicó más de cien eutanasias, pero esta lo conmovió de manera especial, pues se trataba de una pareja de mujeres, a las que ayudó a morir.
Monique, de 74 años, sufría demencia, y Loes, de 88, de una enfermedad muscular. Eran dependientes entre sí para vivir de manera autónoma y, tras 50 años juntas, no podían concebir la vida sin la otra. El médico describió «la última escena».
«Ambas estaban acostadas, tomándose la mano, con intravenosa en un brazo y un médico sentado a su lado», contó Keizer.