El papa Francisco fue informado del fuerte terremoto en Myanmar, de magnitud 7.7 y que también se dejó sentir con intensidad en Tailandia, expresó su cercanía a ambos países y rezó por las víctimas y los afectados.
Todo ello mientras sigue su convalecencia en su residencia en el Vaticano, tras haber sido dado de alta el pasado domingo tras haber pasado 38 días hospitalizado por una grave infección respiratoria.
Fuentes vaticanas explicaron que el papa había sido informado del terremoto y que el pontífice había ofrecido sus oraciones por los afectados.
Francisco también envió un telegrama firmado en su nombre por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en la que expresa su profunda tristeza por la pérdida de vidas y la devastación.
“Su santidad eleva una sentida oración por las almas de los difuntos y asegura su cercanía espiritual”, se lee en el mensaje enviado a las autoridades eclesiásticas y civiles de ambos países.
Asimismo, también se explica en el telegrama que el papa reza “por los equipos de emergencia para que sean apoyados en el cuidado de los heridos y por los evacuados para que obtengan los dones de la fuerza y la perseverancia”.
Por el momento se tiene constancia de varios muertos y más de 80 desaparecidos en la capital tailandesa, así como graves daños en las infraestructuras de todas las zonas afectadas.