La desatada pandemia de coronavirus, que suma cifras récord de muertos desde hace semanas, va a camino de sobrepasar la capacidad de los cementerios de Ciudad de México, donde los trabajadores trabajan siete días a la semana y los entierros se suceden uno tras otro, a veces con escasas medidas de seguridad.
“Nuestros panteones son pequeños y de promedio había 3, 4 o 5 entierros al día en total en los 11 panteones. Ahora hemos estado manejando de 10 a 15 al día”, explicó este domingo 24 de enero Daniel de la Cruz, jefe de panteones de la Alcaldía de Tláhuac, en el sureste de la capital, tras una semana récord de muertos y contagios en el país.
Los cementerios mexicanos, caracterizados por sus montones de coloridas tumbas entre las que las familias caminan para visitar a sus seres queridos, se están viendo más saturados que nunca y el número de trabajadores, lejos de ascender, desciende.
“Seguimos trabajando con las mismas personas, no mandaron más. Y obviamente hay restricciones porque algunos compañeros son de la tercera edad y hemos visto reducida la plantilla”, añadió De la Cruz.