En la mitología griega, Pandora fue una joven mujer que fue engañada por los antiguos y crueles dioses del Olimpo; mismos que le obsequiaron una caja (o una jarra, según el relato original), que contenía dentro varios horrores y tempestades.
Pandora en su inocencia, abrió el contenido de la caja y le dio lugar al mundo caótico en el que vivimos.
En nuestra época moderna, es común hacer alusión de este relato para buscar explicar las desgracias o agravios, derivados de la naturaleza humana o para hacer analogía de algo que fue revelado o extraído de su secrecía.
Y aquello fue exactamente lo que sucedió, cuando el pasado fin de semana una investigación internacional de periodistas de investigación, reveló un entramado de corrupción y evasión fiscal dentro de paraísos “offshore”.
La investigación titulada “Pandora Papers” (Documentos de Pandora), agitó el avispero de las grandes élites políticas, económicas, empresariales y del mundo de las artes y de los espectáculos alrededor del mundo.
En nuestro país, aparecieron los nombres de más de tres mil personas con cuentas o sociedades establecidas en paraísos fiscales, algunos de ellos, estaban asociados directamente a Palacio Nacional.
Entre ellos el ex consejero jurídico de Presidencia Julio Scherer, el senador Armando Guadiana, el secretario de comunicaciones y transportes, Jorge Arganis, la pareja sentimental de Manuel Batlett, Julia Abdala y empresarios de grandes fortunas y capitales como Germán Larrea y María Asunción Aramburuzabala.
La investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), reveló 12 millones de documentos filtrados, convirtiéndose en la filtración de información financiera más grande hasta la fecha.
Superando incluso a la arrolladora investigación de los Panamá Papers, la cual contó con 11.5 millones de documentos filtrados.
Mientras tanto, los documentos de Pandora, se convertirán en una prueba de fuego para la cruzada anticorrupción de Palacio Nacional.
Aquí veremos si la corrupción y los delitos de cuello blanco son castigados u omitidos.
Mientras tanto la corrupción internacional, deberá ser castigada dentro de los límites de la ley de sus determinados países de origen.
Por Ethan Tejón Herrera.