Además de la secuela de muertes, la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus ha provocado que las personas generen más basura y un incremento en los desechos de tipo biológico-infeccioso.
Datos del Tercer Informe de Gobierno indican que entre marzo de 2020 y junio de 2021, la generación de este tipo de residuos se disparó 300 por ciento.
En dicho periodo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo acciones de inspección y vigilancia para contener contagios de covid-19 y otras afecciones mediante el manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos.
El informe indica que en junio pasado, la dependencia realizó 489 visitas: 305 a empresas generadoras, hospitales y clínicas, tanto públicos (ISSSTE, IMSS y del sector salud) como privados, y 184 a empresas prestadoras de servicios. De estas últimas, clausuró 15 empresas e impuso medidas para regularizar, principalmente, la capacidad de almacenamiento autorizada de hasta tres veces su capacidad, además de clasificar y almacenar los residuos peligrosos biológico-infecciosos.
Pero además de este tipo de desechos, el uso masivo de cubrebocas, caretas, guantes y equipos de protección ha dejado otra estela contaminante.
La revista científica Heliyon calcula que, desde el brote de la enfermedad, la cantidad de desechos plásticos generados en todo el mundo es de 1.6 millones de toneladas al día, más tres mil 400 millones de cubrebocas de un solo uso desechados a diario.
El estudio Impacto de la pandemia de covid-19 en la huella global de residuos plásticos, publicado este año, calcula que sólo en México 81 millones 227 mil 634 cubrebocas son desechados diariamente.