Ante un rival que descubrió el tenis de niño viéndolo en directo hace casi dos décadas, Novak Djokovic ganó sin mucho esfuerzo; 6-3, 6-2 y 7-6 (7/1), frente al estadunidense Aleksandar Kovacevic (114º), este lunes en la primera ronda de Roland Garros.
Kovacevic, de 24 años y padres serbios emigrados a Nueva York durante la guerra de los Balcanes, descubrió el tenis en 2005, a los cinco años, cuando asistió a un partido del US Open que disputaba Djokovic, entonces de 18.
Pero casi dos décadas después, en la Philippe Chatrier, el dos veces campeón en París recordó que aunque cumplió 36 años hace una semana, tiene cuerda para rato, en un Roland Garros en el que aspira a romper el desempate a 22 Grand Slams que mantiene con Rafael Nadal, el gran ausente.
«Estoy contento, he comenzado bien el torneo y espero poder elevar mi nivel», comentó Djokovic, reconociendo que no fue «fácil encontrar el ritmo» debido a las ráfagas de viento en una soleada jornada.
El serbio mantiene su racha de no perder en el primer duelo de un grande, que mantiene desde que superara la ronda inicial en Australia en 2006.