El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este viernes que no dejará que Aguililla, Michoacán, se convierta en un “campo de batalla”.
En ese sentido, reconoció el trabajo de la Fuerza Armada y la Guardia Nacional, porque, señaló, actúan con responsabilidad y respetando los derechos humanos.
“Imagínense lo que quiere un grupo (de interés): que salgan los soldados, que no haya vigilancia, bueno, no solo queda la población indefensa, sino que se convierte Aguililla en un campo de batalla y podría decirse que es entre ellos mismos. No, no queremos que nadie pierda la vida”, dijo el mandatario.