Por Gilberto Miranda Chávez.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador culpa al neoliberalismo, en realidad, está culpando a un enemigo inexistente. No hay un solo político serio, ni un economista serio ni tampoco un politólogo serio, que hable seriamente acerca del neoliberalismo como una filosofía ni como un sistema económico.
El socialismo propone la abolición de la propiedad privada, la socialización de los medios de producción y la planificación socialmente centralizada. El liberalismo se fundamenta en el respeto a la vida, el respeto a la propiedad y el respeto a la libertad. El socialismo propone una economía dirigida por el gobierno en donde los ciudadanos producen lo que los gobernantes ordenan. El liberalismo propone una economía de mercado libre en donde cada individuo produce lo que considera que el mercado necesita.
El neoliberalismo no propone absolutamente nada. El neoliberalismo es el punto medio entre el socialismo y el liberalismo. El neoliberalismo es un error intelectual y una debilidad de la personalidad. Es decir, alguien que habla de neoliberalismo, que culpa al neoliberalismo o que se considera neoliberal… es alguien que no tiene el conocimiento para entender que no existe un punto medio entre el socialismo y el liberalismo, pero que además tampoco tiene la personalidad suficiente para decidirse entre el socialismo y el liberalismo.
Los alemanes Wilhelm Röpke (economista y filósofo) y Alexander Rüstow (sociólogo y economista) fueron quienes acuñaron términos como el neoliberalismo, la tercera vía y la economía social de mercado. Es importante resaltar dos cosas: la primera, que ambos eran socialistas, pero les gustaban los resultados económicos del libre mercado; la segunda, que todos los conceptos mencionados como el neoliberalismo, la tercera vía y la economía social de mercado son científicamente impracticables e inexistentes.
El neoliberalismo, la tercera vía y la economía social de mercado son impracticables, entre otras cosas, porque lo que proponen es intervenir en los procesos económicos y en las actividades de compra y venta que hay en el mercado, esa intervención se realiza de manera coactiva a través del gobierno y cuando el gobierno ordena lo que hay que producir para vender y determina el precio al que hay que comprar, el proceso económico y las funciones empresariales se arruinan.
El neoliberalismo, la tercera vía y la economía social de mercado son inexistentes porque en términos políticos y en términos económicos no proponen nada más que posicionarse cómodamente en medio de ambas posturas, lo que refleja una falta de personalidad para elegir e incluso para asimilar el éxito o el error de haberse decantado por una u otra postura. Es por eso por lo que todo lo que se combate contra el neoliberalismo como rival, no tiene resultado alguno. Es una fantasía. No es que se combata bien o se combata mal, no es que se pierda o se gane. Es que están combatiendo contra la nada. No es raro, entonces, que no haya absolutamente ningún resultado y no lo habrá, mientras se tenga al neoliberalismo como enemigo, un enemigo inexistente.
