El iceberg más grande del mundo, conocido con el nombre de A-23A, ha comenzado a desintegrarse tras décadas de aparente inmovilidad, situación que ha sido captada gracias a una serie de imágenes satelitales tomadas por la NASA.
Dicho bloque de hielo, con una superficie similar a la de la isla española de Mallorca (más de 3 mil 100 km²), se ha convertido en un claro símbolo del impacto del cambio climático sobre las regiones polares.
Sin embargo, durante casi 30 años permaneció encallado en el mar de Weddell (una amplia porción del océano Atlántico Sur en la Antártida dentro del área también conocida como océano Antártico), sin grandes desplazamientos.
No fue sino hasta 2023 que comenzó su travesía hacia el norte por el océano Austral, desplazándose lentamente y cruzando zonas hostiles como el Pasaje de Drake.
Desde finales de 2024, se acercó a la isla de Georgia del Sur, ubicada en el Atlántico Sur, y en marzo de 2025 encalló a unos 100 km de sus costas.
Desde entonces, ha comenzado a desintegrarse de manera acelerada, un proceso que se intensificó entre marzo y mayo, cuando perdió más de 360 km² de superficie.