La actriz Kelly Mack, conocida por sus papeles en The Walking Dead y Chicago Med, falleció el pasado 2 de agosto a los 33 años tras una batalla contra un glioma del sistema nervioso central.
Así lo confirmó su familia a través de una publicación en el sitio web Caringbridge, donde personas allegadas a ella compartían su evolución y donde también se podía enviar dinero para tratar su enfermedad.
«Kelley Klebenow, conocida por las audiencias como Kelley Mack, murió pacíficamente el 2 de agosto en Cincinnati tras luchar con un glioma del sistema nervioso central», dice el comunicado de dos páginas.


