El presidente francés, Emmanuel Macron, suscitó el viernes una polémica al acoger en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia, el inicio de la fiesta judía de las Luminarias o Jánuca, pese a que Francia es un Estado laico. Macron recibió el jueves por la noche el premio Lord Jakovits de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER) por su lucha contra el antisemitismo y, para esa ocasión, el gran rabino de Francia, Haïm Korsia, encendió la primera vela del candelabro de Jánuca en el Elíseo.
El video del evento, que se volvió viral en las redes sociales, provocó hoy una ola de críticas, incluso de parte del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), el más importante de la comunidad judía francesa.
«No corresponde tradicionalmente a un poder público acoger una fiesta religiosa», estimó el presidente del CRIF, Yonathan Arfi, que se dijo «sorprendido» y lo consideró un «error», en declaraciones al medio Sud Radio.