La prohibición de los fuegos artificiales en vísperas de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín contribuyó a que la capital china registrara su aire más limpio para un Año Nuevo Lunar desde que se empezaron a controlar los contaminantes atmosféricos -conocidos como PM2.5- hace nueve años.
Las concentraciones promedio de PM2.5 -pequeñas y peligrosas partículas en el aire- se situaron en cinco microgramos por metro cúbico en Pekín en la noche del lunes, en comparación con una media de 289 microgramos para la víspera del Año Nuevo Lunar en 2021.
La Oficina Municipal de Ecología y Medio Ambiente de Pekín dio detalles de las lecturas.
Tradicionalmente, los chinos han celebrado la víspera del Año Nuevo Lunar encendiendo petardos, con la esperanza de deshacerse de la mala suerte.