El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) dio la orden de trabajar en conjunto con México.
El diplomático aseguró que “estamos trabajando aquí para apoyar, no para sorprender, y esa es la instrucción bajo la cual está procediendo nuestro nuevo jefe de la DEA, Todd Zimmerman. Y continuaremos trabajando bajo esos acuerdos para apoyar esos esfuerzos”.
Esta declaración llega una semana después de que se dio a conocer que el gobierno mexicano disolvió una unidad élite antinarcóticos, que trabajaba de manera cercana con la agencia estadounidense.
El presidente Andrés Manuel López Obrador justificó el acto, al decir que “se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, que inclusive uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos”.
“Me dijeron que 70 por ciento de esas armas de fuego proviene de Estados Unidos, fabricadas ahí. Estamos tratando de hacer todo lo posible para que no sea fácil”, admitió.
Sin embargo, el embajador enfatizó que Estados Unidos está haciendo grandes esfuerzos para contrarrestar el tráfico de armas, y pidió que el gobierno mexicano realice mayores esfuerzos para disminuir también el tráfico de personas que son llevadas al país del norte.
“Tenemos que romper estas cadenas de tráfico de personas de una manera que nunca antes se ha hecho”, afirmó el diplomático, quien reiteró que buscarán trabajar de la mano con el gobierno mexicano para acabar con este fenómeno.
Por otra parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, resaltó la importancia que tiene para México el Acuerdo Bicentenario, y sostuvo que se han tenido grandes logros, como el combate a la producción de fentanilo.