Grandes salarios, pero pobres resultados generaron algunos contratos en la NFL. Más de un equipo o seguidor se quedó decepcionado con el desempeño de varios jugadores catalogados como estrellas, quienes ya tienen asegurado su futuro fuera de los emparrillados; sin embargo, dentro de la liga la gran mayoría ya se encuentra en medio de los rumores para cambiar de franquicia.
El primer movimiento de impacto rumbo a la campaña 2021 involucró a Jared Goff. Los Carneros se cansaron de esperar a que se convirtiera en la cara de la franquicia por la próxima década. A un año de recibir una masiva extensión por 134 millones de dólares, la organización de Los Ángeles aprovechó la primera oportunidad que pudo para mandarlo fuera del equipo por alguien en el papel más confiable como Matthew Stafford.
Otros mariscales de campo como Teddy Bridgewater o Nick Foles tuvieron una campaña lo suficientemente buena con sus equipos anteriores como para que les pusieran la etiqueta de titulares en la liga. La posición mejor pagada en la NFL es la de quarterback, así que encontrar uno significa abrir la cartera por arriesgada que sea la apuesta.
El polémico receptor Odell Beckham Jr. una vez más se quedó corto de las expectativas, mientras que los Bengalíes pudieron dejar ir a AJ Green, pero confiaron en que su veteranía ayudaría a Joe Burrow. Con el novato en los controles, su presencia apenas se notó.