La investigación al expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales por presunta agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso coge fuerza en la Audiencia Nacional, donde comparecerán esta semana y la que viene varios cargos de la Federación, personas del entorno de la futbolista y tres jugadoras de la Selección.
Después de recabar el testimonio de Rubiales sobre el beso en la boca que dio a Jenni Hermoso durante la entrega de trofeos del campeonato en Sídney, Australia y las coacciones a la jugadora que le imputa la Fiscalía, el juez Francisco de Jorge programó una ronda de declaraciones entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.
El viernes 22 estaba prevista la declaración de la propia Hermoso, pero finalmente no se produjo.
El calendario previsto es que el magistrado escuche este lunes a varios allegados de Hermoso (su hermano y una amiga) y a dos peritos de la defensa de Rubiales; el jueves será el turno del director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera; el exdirector de Integridad Miguel García Caba; y el director de la selección masculina, Albert Luque; y la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez; y ya el 2 de octubre comparecerán tres jugadoras de la Selección.
El juez y la Fiscalía preguntarán a todos ellos tanto sobre el beso que Hermoso asegura que no fue consentido, como sobre las supuestas presiones que habría recibido la jugadora por parte de Rubiales y su círculo más próximo para que justificase públicamente lo ocurrido.
Por ese entorno del expresidente de la RFEF ya indagó la Fiscalía cuando interrogó al propio Rubiales, a quien preguntó si colaboradores suyos como el ya exseleccionador femenino Jorge Vilda, el actual director de la selección masculina, Albert Luque; el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera; y el de Prensa, Pablo García Cuervo presionaron a Hermoso.
Rubiales lo negó y este jueves tanto la Fiscalía como el juez se lo preguntarán previsiblemente en primera persona a algunos de ellos, como Luque y Rivera.
El caso comenzó el 11 de septiembre, después de que la Fiscalía presentara una querella contra Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones al ver claro que el beso en la boca que dio a Jenni Hermoso no fue consentido, según la declaración de la propia futbolista, que formalizó su denuncia contra su entonces superior ante el ministerio público.