Detrás de cámaras, hay muchas frases en Hollywood. Y desde hace 10 años, cuando cualquier actor estrena más de tres producciones de cine en un mismo año se le suele señalar como “un año estilo Jessica Chastain”. Es que solamente en 2011 ella apareció en cinco producciones diferentes como El árbol de la vida con Brad Pitt o Texas Killing Fields con Sam Worthington e Historias cruzadas con Octavia Spencer y Viola Davis.
Hoy, tampoco es muy diferente, porque después de haber pasado por el Festival Internacional de Venecia, recibió después un premio especial por su carrera en el Festival TIFF de Toronto, para estrenar casi al mismo tiempo la serie de HBO Max Scenes from Marriage, además del cine The Forgiven, con Ralph Fiennes; The Eyes of Tammy Faye’s, con Andrew Garfield, y Agentes 355, con Lupita Nyong’o y Penélope Cruz.
¿El viaje al Festival de Venecia fue la primera salida después de la cuarentena?
En realidad había estado trabajando durante la pandemia, filmando en lo que llamábamos horario francés, diez horas sin parar, sin descansos. Y es algo que me encantaba porque podía volver temprano a casa. Y cuando no trabajamos con ese horario mis días pueden durar hasta 16 horas. Mi esposo (Gian Luca Passi de Preposulo) es italiano y con él aprendí a disfrutar cada rincón del país, la comida, el vino, la arquitectura y la belleza natural con el estilo de vida que tanto disfrutan, como las siestas por la tarde.